
Muchas cosas pasaron estos 4 meses, posiblemente los más complicados de toda nuestra historia, con el fantasma de la desafilación rondando por Nonguén y Collao. Pero fuera de todo lo malo que nos ha pasado, va el fin de esto.
Pese a los incesantes problemas que llegaban día a día al Conce había un grupo de verdaderos Leones que dejaban el alma en cada cancha del país, mojando esa hermosa camiseta Lila tanto como los Peña, los Castro, los Villamil, los Almada o los Baustista. A estos mismos muchachos no les importaban los problemas mientras entraban al cesped del Municipal, su corazón no les cabía en el pecho, inolvidables serán esas noches de triunfos d

Estos futbolistas le dieron una clase de Fuerza Garra y Corazon a todo el país, y porque no, a toda América, sin un peso en los bolsillos eran capaces de demostrar su grandeza tumbando al que se le pusiera por delante.
Gracias a los jovenes que partieron mojando la Lila con orgullo, Simpertegui, Jeria, Mendoza, Huenul, Recabal, Cruces y Reyes, sus efuerzos no fueron en vano, nos enseñaron a volver a creer en la nueva camada de cachorros (que de cachorros tienen bien poco).
Gracias a nuestros valores de casa presentes en el primer equipo, Vergara y Lagos, ejemplos de entrega y coraje en la cancha, Cortes y Gazale ¿que más se puede decir de ellos?, Altamirano, un grande al arco, ojala tenga más oportunidades, se lo merece más que nadie.
Gracias Zuñiga y Pereira por valorar lo que es vestir al León.
Gracias a todos ellos quienes vistieron nuestra camiseta, principalmente a quienes estuvieron hasta el final.

Lamentablemente paso lo que todos temiamos, los problemas terminaron venciendo, es así, lamentablente son las reglas del juego, pero muchachos, podrán quitarles 100 puntos puntos por secretaría, pero ese inmenso corazón que llevan, NUNCA.
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